Afecciones como la depresión, la ansiedad y los trastornos alimentarios se encuentran, como una oscura sombra silenciada, en el gran pódium de los fracasos del deporte de élite.
Por Cristina Crespo
13 ENE 2022
“Nunca hubiera pensado que enfermaría mentalmente por un deporte que amaba tanto. El ‘debo hablar’ o ‘debo quedarme callada’ pasa por mi mente mil veces”. Así comenzó su testimonio el mes pasado la jugadora neozelandesa Te Kura Ngata-Aerengamate en sus redes sociales. “Durante los últimos 8 años que he estado en Black Ferns [selección femenina de rugby de Nueva Zelanda], he luchado mentalmente para finalmente dejarlo todo en la competición más reciente”.