Cuando escribimos pensamos, por lo tanto, escribir bien es pensar con orden. Por este motivo es importante desarrollar nuestra capacidad para expresar ideas de manera clara, lógica y precisa. Un texto bien escrito se comprende en la primera lectura porque carece de ambigüedades y confusiones. Aquí tienes cuatro principios para lograrlo.
La claridad permite que el mensaje se entienda sin esfuerzo.
La coherencia asegura que las ideas fluyan de manera lógica.
La precisión evita términos vagos o abstractos, eligiendo siempre las palabras exactas.
La concisión elimina redundancias y rodeos innecesarios, diciendo más con menos.