Nuestra historia real cuenta la experiencia de Alfredo, un empleado muy eficiente pero que, debido a su falta de formación en seguridad, cometió un error.
Alfredo ha trabajado como administrativo durante 30 años en la misma empresa de venta de repuestos para automóviles. Es una empresa pequeña, por lo que Alfredo es como parte de la familia. Siempre ha sido elogiado por su buen desempeño en el trabajo y cuenta con el apoyo y la confianza de sus jefes.
Cuando Alfredo comenzó a trabajar en la empresa, toda la información se manejaba en papel. Con la aparición de las nuevas tecnologías, se formó para adaptarse a las nuevas exigencias de su trabajo. Gracias a su esfuerzo y constancia, Alfredo consiguió incorporar el uso del ordenador y la ofimática en su día a día.
Debido a que Alfredo es uno de los empleados con más antigüedad en la empresa, es responsable de mantener actualizados los registros de pagos y cobros de facturas. Para él, esto es pan comido.
Un lunes por la mañana, mientras revisaba su correo, Alfredo recibió un mensaje de la compañía eléctrica contratada por la empresa que le informaba de un error en la factura y de un reembolso pendiente. Alfredo decidió solicitar el reembolso de inmediato, pensando que sería mejor subsanar el error antes de que su jefe revisara las cuentas. En el mensaje del correo había una dirección web que, al hacer clic en ella, lo llevó a una página en la que se le solicitaban las credenciales de la cuenta de la empresa. Una vez que las introdujo, solo tuvo que proporcionar los datos de la tarjeta bancaria vinculada a la empresa para completar el reembolso. "¡Qué fácil!" pensó Alfredo satisfecho, "ahora puedo tomarme mi café de media mañana".
Después de tomarse un descanso, Alfredo volvió a su mesa para continuar su trabajo. Pero poco después, recibió una llamada de su jefe. Lo que le dijo lo dejó en estado de shock: se había cargado en la tarjeta de la empresa una suma no identificada de 5000 euros. Alfredo, alarmado, prometió a su jefe un informe detallado de los movimientos bancarios y una explicación para ese cargo fraudulento.
¿Qué sucedió realmente?
Alfredo fue víctima de un correo fraudulento conocido como phishing. En este caso, el objetivo era obtener los datos bancarios de la empresa para realizar un cargo en su cuenta.
El principal error de Alfredo fue no darse cuenta de que la dirección que aparecía en el correo electrónico no lo llevaba a la página legítima de la compañía eléctrica, sino que lo redirigía a una trampa.
Dado que Alfredo es un trabajador con mucha experiencia, logró ver la conexión entre los hechos y unió las piezas. El cargo de 5000 euros estaba relacionado con el reembolso de la factura de la compañía eléctrica. Contactó a la compañía para confirmar el fraude, notificó a la entidad bancaria y denunció el hecho a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Debido a que Alfredo carecía de formación.
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